CARIES DEL BIBERÓN EN BEBÉS 0 A 3 AÑOS

Los primeros años de un bebé son esenciales para promover una correcta higiene bucal en él y evitar la aparición de caries del biberón y enfermedades periodontales. Son edades donde es muy fácil inculcarles nuevos hábitos e influenciar su educación, también en el ámbito bucodental. Por ello, los padres deben comenzar cuanto antes una rutina de higiene diaria en sus hijos.

• Desde los 0 a los 6 meses se recomienda limpiar la boca del bebé con un paño de gasa húmedo después de cada biberón. Así se eliminan los restos de leche y los azúcares que esta contiene, ayudando a un correcto desarrollo de sus encías.

• Desde los 6 a los 12 meses, los dientes del bebé comienzan a erupcionar, por lo que es necesario hacer dos limpiezas orales al día. Podemos continuar con el paño de gasa frotando suavemente los dientes, el paladar, las encías, el interior de las mejillas y la lengua.

• A partir de los 12 meses, los dentistas en Moratalaz recomendamos tener cuidado al dar el pecho al niño de noche. Debemos limpiar su boca antes de que se quede dormido, para que la escasez de saliva que sucede por la noche no sea caldo de cultivo para las caries. También es importante aportar una dieta equilibrada y sana al niño, libre de azúcares artificiales, bebidas envasadas y bollería.

Antes de los dos años, el niño ya tiene suficiente estructura dental como para acudir a su primera visita al dentista en Madrid. En esta primera cita comprobaremos que el pequeño tiene una situación oral perfecta y daremos consejos a los padres sobre cómo limpiar la boca del niño y qué utensilios utilizar. Por ejemplo, a partir de los tres años el bebé ya puede comenzar a manejarse con un cepillo de dientes y pasta dental especial para niños.

CARIES DEL BIBERÓN

La caries dental en edades tempranas suele producirse generalmente en los incisivos delanteros, pues son los primeros que aparecen, aunque puede extenderse a otras piezas.

La causa más común de aparición de la caries del biberón es alimentar al bebé con bebidas azucaradas, o dejarle demasiado tiempo con el biberón en la boca y lo utiliza a modo de chupete. Además, el hábito de algunas madres al llevarse la cuchara del bebé a la boca y luego dársela a él, puede suponer un trasvase de bacterias de la boca del adulto a la del pequeño.