Qué es un Estudio de ortodoncia: ¿en qué consiste?

Es un hecho: nunca dos dentaduras serán exactamente iguales. Cada persona cuenta con una serie de características y problemas de mordida y alineación diferentes. Por ese motivo, antes de empezar cualquier tratamiento de ortodoncia, es indispensable que te sometas a un estudio de ortodoncia previo. Gracias a este, el odontólogo podrá establecer un diagnóstico más preciso y definir un plan de tratamiento 100 % personalizado para cada paciente.

Todo estudio de ortodoncia incluye diversas pruebas y análisis, no simplemente la de tus piezas dentales, sino también la del maxilar y la mandíbula, que son las estructuras óseas que le ofrecen soporte. En este caso, resulta indispensable analizar la mordida y las posibles causas que pudiesen ocasionar un problema de oclusión. ¡Sigue leyendo para saber más sobre los estudios de ortodoncia!

Estudio de ortodoncia paso a paso

Lo primero que hará el odontólogo es analizar el estado de la cavidad oral del paciente. Sin embargo, para que sea completo, el estudio de ortodoncia debe incluir una serie de pruebas obligatorias.

En algunas circunstancias especiales, serán necesarias otras pruebas, pero en la gran mayoría de los casos, un estudio de ortodoncia incluye la toma de impresiones, fotografías (intraorales y extraorales) y radiografías dentales (una lateral de cráneo y otra panorámica).

Evaluación del caso

La primera toma de contacto que realiza el ortodoncista con el paciente es la observación directa. De esta manera, el especialista podrá hacerse una idea de cuáles son los posibles problemas o complicaciones bucales que pueda estar sufriendo el paciente.

Radiografía lateral de cráneo

También conocida como radiografía “de perfil” o cefalometría, esta permite que el ortodoncista logre conocer detalladamente que las proporciones de cráneo son las correctas, además de los ángulos y distancias que hay entre un punto específico del cráneo y las piezas dentales. En definitiva, permite realizar una serie de mediciones del cráneo con respecto a la cavidad bucal.

Todo esto permite conocer la distancia como las relaciones que hay entre los diferentes elementos de la cara: estructuras óseas, músculos y piezas dentales.

Además, con esta radiografía no solo se logra recoger información referente al paciente, sino que también será posible comparar los datos obtenidos con los patrones de normalidad.

Por ejemplo, será posible determinar si el paciente tiene una mandíbula muy grande o en su defecto un maxilar demasiado pequeño (maloclusión clase II o clase III).

Radiografía panorámica

Esta es una radiografía frontal en la que se toma imagen de la totalidad de las piezas dentales, parte de los senos maxilares y articulaciones temporomandibulares. Gracias a ellas, el odontólogo podrá conocer el estado de tus raíces dentales, coronas y tejido óseo de tu maxilar y mandíbula.

En definitiva, con este estudio se podrá recolectar mucha más información, ya que en la mayoría de los casos puede pasar desapercibida a simple vista, como podrían ser mal desarrollo en las muelas del juicio o en el resto de los dientes.

Todos estos estudios se realizan con el objetivo de analizar en profundidad todos los elementos anatómicos de los dientes y posibles enfermedades del paciente. Y es que algunos de los ejemplos de afecciones orales que podemos detectar con esta radiografía son las caries dentales y, en general, cualquier proceso infeccioso.

Fotografías extraorales

De igual manera, el ortodoncista procede a tomar fotografías de la cara del paciente, con el fin de estudiar todas las proporciones del rostro y sus malposiciones, que conlleven a un problema de oclusión. Por lo general, se sacan fotos extraorales: frontal sonriendo, frontal y lateral.

Por medio de esas fotografías, el dentista podrá llevar a cabo un análisis detallado sobre la simetría facial, la situación estética de los labios o la repercusión que tiene la posición de los huesos de la cara (el maxilar superior y la mandíbula).

Fotografías intraorales

Como anteriormente hemos mencionado, se sacan fotos de la parte interna de la boca para completar la información obtenida. Gracias a ellas, en el futuro se podrá comprobar la evolución del tratamiento de ortodoncia.

Además, también sirven para valorar ciertos aspectos como el apiñamiento dentario y otros tipos de malposiciones dentarias.

Escáner 3D de la boca del paciente

Además de las imágenes, el ortodoncista va a necesitar una réplica a escala real de la boca del paciente, la cual le permitirá trabajar con una mayor comodidad al especialista para conocer todas las formas y distancias de los dientes del paciente.

Para sacar este modelo, se realiza un escáner 3D de la boca del paciente, lo que nos permitirá conocer exactamente su estado, para poder realizar un plan de tratamiento adecuado tanto con ortodoncia invisible como con brackets.

Estudio de la información y plan de tratamiento

Por medio de todas estas pruebas, el ortodoncista estará totalmente informado de forma precisa y completa de cada uno de los problemas que presenta el paciente, lo que le permitirá establecer un plan de acción personalizado. Ya sea que el paciente requiera extracciones en el caso de apiñamientos o una corrección de su mordida. Todo eso con la finalidad de ofrecer el mejor tratamiento posible para conseguir una mejor sonrisa.

Estudio de ortodoncia incluido en el tratamiento

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