Dolor de mandíbula: Causas y tratamiento
Cualquiera de nosotros podríamos sufrir de un dolor de mandíbula, incluso, muchos de nosotros podríamos no darle la importancia que se merece. Esto lo afirmamos porque, aunque parezca un dolor bastante simple y sin importancia, puede tener un trasfondo más severo.
Tu cavidad bucal es una zona a la cual deberías prestar mucha atención y cuidados. Un dolor de mandíbula persistente no debe ser ignorado bajo ningún concepto, puesto que corres el riesgo de estar ignorando alguna complicación más grave.
Por esta razón queremos que conozcas todo lo necesario sobre el dolor de mandíbula, qué puede provocarlo y cómo solucionarlo. Si te interesa conocer más sobre este tema… ¡Te invitamos a que continúes leyendo este post!
¿Qué es la mandíbula?
Antes que nada, es importante que conozcamos la zona del cuerpo donde se origina el dolor, sus características y funciones.
La mandíbula es el hueso con mayor tamaño y fuerza de la cara, siendo conocido como maxilar inferior. Una de las características principales de este hueso es su forma de herradura y su simetría. Es el único hueso de la cabeza que tiene movilidad y en él se encuentran los dientes inferiores.
Este hueso es el encargado de mantener fijos los músculos encargados de los movimientos de masticación y del habla. Al ser parte de la cavidad bucal, entra en el campo de actividad que abarca la odontología.
¿Qué puede causar dolor en la mandíbula?
Como cualquier otro dolor en otra parte del cuerpo, el dolor mandibular puede ser ocasionado por una gran variedad de factores.
Muchas causas pueden ser tan simples que provocan dolor temporal, como un mal movimiento, una contusión o incluso una mala postura. También puede ser causado por una fractura o algún tipo de infección en una muela. Aunque debemos tener en cuenta que la situación no es la misma cuando el dolor en la mandíbula se vuelve recurrente o crónico.
Entonces, ¿qué podemos hacer cuando el dolor ya es crónico? Cuando se dan estos casos, estamos frente a una afección en la articulación temporomandibular.
Ahora bien, seguro que te estarás preguntado: ¿en qué consiste el trastorno ATM? ¡Te lo contamos!
– Trastorno temporomandibular
Es el dolor constante en la zona de la mandíbula, también se conoce como trastorno de la ATM o trastorno temporomandibular.
Este tipo de problemas puede llegar a causar dolores alrededor de la mandíbula, como por ejemplo en la cabeza, oído o cuello. El estrés puede ser una de las causas más frecuentes y que puede estar vinculado al bruxismo. Esta condición provoca que las personas, choquen o rechinen los dientes durante la noche, apretando la mandíbula fuertemente.
Si el bruxismo no se trata, puede generar, además del dolor mandibular, un desgaste severo en algunas piezas dentales. Pero no siempre el dolor de mandíbulas tiene este origen, a veces es producto de problemas en la estructura ósea.
Estos problemas que afectan la mordida, pueden ser los llamados prognatismo y retrognatismo, quienes dificultan el cierre de la boca. Al evitar que la mandíbula se cierre en una posición correcta, se producen dolores y molestias recurrentes en el maxilar inferior.
Cuando las caries permanecen por mucho tiempo sin tratamiento puede infectar a la raíz provocando un absceso y, consecuentemente, dolor mandibular. Por eso es importante asistir de forma regular al dentista y corregir los problemas de caries que puedan existir.
¿Cómo saber si tengo problemas de mandíbula?
Para saber si tienes alguna afección en la mandíbula o en la articulación temporomandibular recomendamos estar atento a sus síntomas. Si notas algún tipo de molestia es muy importante que precises con detalle el origen de la misma.
A continuación te mencionaremos algunos síntomas que pueden ser indicativos de problemas en la mandíbula:
- Sensibilidad o dolor en la articulación temporomandibular al tacto.
- Apretamiento o rechinido al abrir y cerrar la boca.
- Presencia de dolor agudo en el oído o alrededor de él.
- Puede presentarse dolor en la cara, la cabeza o incluso, algunas zonas del cuello.
- Dolor o incomodidad al momento de masticar.
- Sensación de bloqueo u obstrucción al cerrar la boca.
Estos son algunos de los síntomas que suelen acompañar alguna patología relacionada con la articulación de la mandíbula. En cuanto al rechinido, si este no presenta dolor junto con el movimiento no hay de qué preocuparse.
Es necesario que prestes mucha atención a estos síntomas para poder determinar de forma efectiva su origen. Si presentas uno o varios de estos síntomas es probable que tengas alguna afección mandibular.
Si este es el caso, te recomendamos que acudas a un profesional de la salud bucal para que te realicen una revisión bucal. Cuando te diagnostican un problema es importante que cumplas con las recomendaciones y los procedimientos recomendados por el profesional. Por ello es fundamental que asistas a una clínica dental profesional que te genere confianza y seguridad.
Tratamientos para el dolor de mandíbula
¡Tenemos una buena noticia! Y es que, los dolores de mandíbula tienen tratamientos que harán que este problema desaparezca. Por supuesto que existen unos más complejos y drásticos que otros, pero la solución al problema es posible.
Cuando comenzamos con el dolor o la molestia es bueno tomar medicamentos analgésicos o antiinflamatorios acompañados de compresas de agua caliente. Esto puede ayudar a relajar los músculos de la mandíbula, reducir la inflamación y aliviar el dolor.
También es muy recomendable utilizar algún método de relajación que permita liberar tensión de la articulación de la mandíbula. Es importante que encuentres diferentes formas de reducir el estrés y así disminuir el impacto de este sobre la mandíbula.
Lo más probable es que el especialista recomiende el uso de férulas o guardas neuromiorelajantes que son un tratamiento de uso común. Este tratamiento consiste en una especie de férula o tablilla que impide el rechinamiento de los dientes, disminuyendo así su tensión.
Con este tratamiento lo que se consigue es que los dientes se deslicen y así el dolor mandibular disminuirá considerablemente. También se reduce el desgaste en el aparato dental que es una de las consecuencias de estas patologías.
Además, es habitual que los especialistas recomienden asistir a algún tipo de fisioterapia que ayude a disminuir la tensión muscular. La realización de masajes relajantes en el área de la articulación temporomandibular es un tratamiento bastante recomendado.
En caso de que estos tratamientos no den resultados, como ocurre en algunos casos, la cirugía será lo indicado. Por supuesto, esto es necesario para corregir algún tipo de patología persistente que ya no esté relacionada con el estrés.
Los casos más comunes donde se aplica cirugía son en aquellos que se presentan imperfecciones que desalinean la posición mandibular. En la mayoría de los casos se presenta en pacientes que tienen dificultad para colocar los dientes de forma correcta.
Te recomendamos que evites autodiagnosticarte o aplicar alguno de estos métodos sin supervisión médica, ya que podría ser perjudicial. Incluso el uso de la férula debe tener un seguimiento, puesto que el dentista debe de revisar su progreso constantemente.
La buena noticia es que en la mayoría de los casos los tratamientos más sencillos terminan solucionando los problemas mandibulares. Esto se debe a que la mayoría de los casos suelen ser temporales y no presentar dificultades mayores.
Gracias por acompañarnos hasta el final de este post sobre el dolor mandibular y sus causas frecuentes. ¿Quieres aclarar todas tus dudas con un profesional de la salud bucal? ¡Contacta con nosotros y te atenderemos encantados!