Enfermedad del beso: qué es y como tratarla

¿Has oído hablar de la enfermedad del beso? Seguro que sí, porque se trata de una de las enfermedades de origen infeccioso más comunes en la población general. De hecho, en torno al 95 % de los adultos han tenido algún contacto con esta patología a lo largo de sus vidas. ¿Quieres saber más sobre ello? ¡Quédate que te lo vamos a contar todo!

¿Qué es la enfermedad del beso?

La mononucleosis infecciosa es el nombre técnico de la famosa enfermedad del beso. Se la conoce con su denominación popular porque el contagio se da cuando existe contacto con la saliva. Por lo tanto, el simple acto de besar puede originar el desarrollo de la enfermedad.

Esta enfermedad infecciosa está provocada por el virus Epstein-Barr (EBV), que es responsable de algunos herpes de origen vírico. El virus EBV se desarrolla, generalmente, en los linfocitos, atacando a los glóbulos blancos de la sangre.

Desde la Clínica Dental Vinateros queremos tranquilizarte, ya que, por norma general, la enfermedad del beso no suele llevar asociadas demasiadas complicaciones. Los casos más comunes suelen ser leves. Además, en muchas ocasiones el afecto ni siquiera se da cuenta de que está sufriendo mononucleosis.

La mononucleosis infantil es bastante común. En los primeros años de vida es habitual que los niños compartan saliva a través de cubiertos, juguetes, etc. La buena noticia es que los síntomas de la enfermedad del beso en niños suelen ser pasajeros y la recuperación es mucho más rápida que cuando se trata de adolescentes o adultos.

Síntomas de la mononucleosis infecciosa

Es muy importante que sepas que la mononucleosis solo puede transmitirse a partir del contagio con la saliva. Pero no es necesario que exista un beso prolongado para ello. A veces, basta con compartir cubiertos o beber de un mismo vaso para que se produzca el contagio. Por ello, nuestra principal recomendación es que siempre extremes la higiene diaria y tengas precaución a la hora de compartir ciertos utensilios.

En la boca habitan diariamente varios millones de bacterias. Por ello, la higiene dental óptima es siempre aconsejable. Someterte de forma periódica a una limpieza dental profesional es una forma de prevenir la aparición de patologías orales, potencialmente contagiosas.

En muchos casos la enfermedad del beso tiende a confundirse con procesos gripales comunes, con síntomas típicos de la gripe, que suelen desaparecer por sí solos. No obstante, cuando el virus provoca la infección existen algunos signos de alerta importantes:

  • Cuadro de fiebre elevada, por encima de los 38 grados.
  • Inflamación de los ganglios: generalmente los linfáticos, occipitales y retroarticulares.
  • Presencia de dolor agudo de garganta, que puede llevar a una faringitis.
  • Cansancio: la presencia de fatiga duradera es muy común en afectos de mononucleosis.
  • Inflamación del bazo y/o el hígado: no sucede en todos los casos, pero es un signo inequívoco de la presencia del virus.
  • Náuseas, malestar general, vómitos o dolor de cabeza, son síntomas que presentan quienes padecen la afección.

Una de las peculiaridades de la enfermedad del beso es que la sintomatología no es siempre igual en todos los casos. Además, la presencia de todos los signos que hemos descrito no tiene por qué darse tras el contagio. En ocasiones, los síntomas pueden tardar en aparecer hasta 8 semanas.

Prevención de la enfermedad del beso

La enfermedad del beso es una de las infecciones víricas más complicadas de prevenir. Si estás en contacto con alguien que sufre la patología puedes seguir algunas medidas y precauciones, que te ayudarán a evitar su desarrollo:

  • Lávate las manos con frecuencia, usando jabones o geles antisépticos, que te garanticen la eliminación de posibles virus o bacterias.
  • Evita siempre compartir vasos, cubiertos, cepillos de dientes o cualquier utensilio que haya estado en contacto con la saliva del afecto.
  • Si tu pareja sufre mononucleosis y no eres inmune a la enfermedad, tendrás que dejar de lado los besos durante un tiempo.

La buena noticia es que si has pasado la enfermedad del beso con anterioridad es muy probable que hayas desarrollado inmunidad a la patología.

El virus Eipstein-Barr permanece en la saliva del afecto durante varios meses, pese a que ya no existan síntomas de la enfermedad del beso. Por ello, extremar las precauciones de higiene es una buena idea.

Las infecciones víricas tienen como consecuencia la bajada de defensas en el sistema inmunológico. Esto hace que el cuidado bucodental y las limpiezas dentales deba de ser extremo. Desde nuestra Clínica Dental Vinateros apostamos por los tratamientos de odontología conservadora, que nos permiten tratar a pacientes desde la prevención. Así evitamos la necesidad de tener que realizar tratamientos dentales invasivos, en muchos casos.

Si estás desarrollando la enfermedad del beso te recomendamos que programes una visita a tu dentista. En la consulta, el especialista podrá darte las claves de higiene necesarias para prevenir contagios y que se desarrollen enfermedades orales de mayor gravedad.

Diagnóstico y tratamiento de la mononucleosis

Habitualmente los síntomas de la enfermedad del beso tienden a desaparecer de forma espontánea tras un par de semanas. Sin embargo, la fatiga y el cansancio pueden durar varios meses.

Visitar al médico es esencial siempre que existan sospechas del desarrollo de esta patología infecciosa.

Al tratarse de una afección originada por un virus, no existen fármacos específicos para tratarla. Por ello, el tratamiento para la mononucleosis pasa por minimizar los síntomas más graves o molestos.

El médico puede prescribir antiinflamatorios y analgésicos, con el fin de tratar la inflamación y el dolor. En función de cómo se desarrolle cada caso, es posible que se receten corticoesteroides. Los antibióticos no suelen estar indicados para este tipo de enfermedades, ya que están ocasionadas por un virus y no por bacterias.

Evitar la automedicación en estos casos es extremadamente importante. Algunos fármacos están completamente contraindicados, ya que pueden generar efectos adversos de gravedad. Esto ocurre, por ejemplo, con la aspirina común (ácido acetil salicílico), que podría optimizar el desarrollo del síndrome de Reye, una enfermedad vírica que afecta al hígado.

El médico recetará reposo e hidratación abundante a pacientes afectos de la enfermedad del beso. Así se trabaja para paliar esa sensación de fatiga extrema. El reposo, además, es clave en los casos en los que existe inflamación en el bazo o el hígado.

Para evitar contagios por saliva y potenciar la salud bucodental, te recomendamos que sigas siempre rutinas de higiene oral exhaustivas y eficaces. Si quieres tener unos dientes sanos a través de la odontología conservadora, puedes pedir cita en nuestra clínica. Recuerda que la primera visita es totalmente gratis y sin compromiso.