Frenillo lingual corto: causas y tratamientos

El desarrollo de la lengua puede ser anómalo y mostrar afecciones como el frenillo lingual corto. Este tipo de problemas no es muy preocupante, aunque sí que genera ciertas consecuencias en la masticación, la deglución y el habla. Las alteraciones en los frenillos de la boca se diagnostican en la edad infantil, permitiéndonos tratar el problema con rapidez.

En la Clínica Dental Vinateros contamos con un amplio equipo de dentistas especializados en odontopediatría, que te ofrecen tratamientos de calidad para optimizar la salud bucodental de tus hijos.

Trae a los peques a nuestro odontopediatra en Madrid desde que son bien pequeños. De esta manera conseguiremos que sus estructuras bucales crezcan con normalidad, evitando afecciones orales serias desde la infancia. Nuestro servicio de odontología conservadora infantil es clave para mejorar la salud bucodental de los más pequeños.

¿Qué es el frenillo lingual?

El frenillo lingual es una membrana que todos tenemos en el paladar inferior o suelo de la boca y que conecta directamente con la lengua. Esta membrana se forma en la etapa gestacional y su desarrollo total se completa durante los primeros meses de edad de los bebés.

Por norma general, los bebés recién nacidos tienen un frenillo extremadamente corto, pero con el paso del tiempo se irá desarrollando hasta lograr la longitud óptima. Cuando el desarrollo de esta membrana es anómalo se produce una patología conocida como anquiloglosia lingual, o lo que es lo mismo un frenillo lingual corto.

Obviamente, que esto suceda trae consecuencias negativas para la salud oral infantil. Los problemas de mordida o maloclusiones suelen ser una de las consecuencias de esta afección que, además, complica la lactancia y tiene repercusiones en el habla y la alimentación.

Consecuencias de la anquiloglosia lingual o frenillo corto

Cuando el frenillo de la lengua no se ha desarrollado correctamente se forma esta afección, que conocemos como anquiloglosia. Esto hace que la lengua no pueda moverse con total libertad, provocando limitaciones que pueden generar serias consecuencias:

Dificultad en la alimentación infantil

Lo más frecuente es que los bebés que padecen anquiloglosia no puedan succionar con normalidad si se les alimenta mediante lactancia materna. Esto se produce porque la lengua no llega correctamente para hacer el gesto de la succión. La madre también suele tener algunos problemas, porque deja de fabricar leche materna con normalidad.

Cuando los niños crecen el problema de la alimentación también es notable, ya que no son capaces de masticar debidamente y la deglución podría ser altamente complicada.

Complicación en el habla

Otra de las consecuencias de tener el frenillo lingual corto son los problemas que se desarrollan en el habla. Esto se debe a que la longitud de esta membrana impide la correcta pronunciación de ciertos fonemas, como las letras R, D, T o S. Para que puedas pronunciar bien estos fonemas, tu lengua debe de tocar el paladar superior, pero si el frenillo lingual es corto esto no podrá suceder con normalidad.

Problemas mandibulares

Gracias a los movimientos linguales el desarrollo maxilofacial de los niños es óptimo. Pero, si no se pueden levar a cabo estos movimientos con éxito, podría generarse un estrechamiento de la mandíbula, provocando además complicaciones en la normoclusión.

Tratamiento para el frenillo corto

Lo más importante es diagnosticar de manera temprana cualquier problema en los frenillos orales de los niños. Una vez determinado el problema es el momento de planificar tratamientos de calidad y personalizados, ya que no en todos los casos será necesario realizar una cirugía de frenillos.

Los principales síntomas de la anquiloglosia lingual son los siguientes:

  • Paladares estrechos, que están provocando problemas de mordida. Las malposiciones dentales también son habituales en este tipo de problemáticas.
  • Defectos en la Articulación Temporomandibular.
  • Complicación a la hora de pronunciar ciertas letras.
  • Separación dental o diastemas, sobre todo en la arcada inferior.

Tratamientos para la anquiloglosia

Una vez que tenemos el diagnóstico, las opciones de tratamiento son variadas. Dependen siempre del grado en el que esté la patología. En muchos casos, cuando no se trata de un problema excesivamente grave, bastará con la intervención de un logopeda, que ayude al niño en mejorar la pronunciación, trabajando la laxitud del frenillo lingual.

El odontopediatra examinará debidamente la cavidad oral infantil, con el fin de determinar el grado en el que se encuentra la afección. Esto es fundamental, ya que en casos leves no es necesario hacer mucho más.

Sin embargo, cuando el frenillo corto supone un serio problema para el niño, podemos realizar una cirugía de frenillos, conocida como frenectomía. Se trata de una intervención sencilla, rápida e indolora, ya que se lleva a cabo mediante anestesia local. Esta cirugía oral se puede llevar a cabo tanto en la edad infantil como en la adultez, aunque solemos realizarla en niños, para mejorar su calidad de vida y evitar complicaciones bucodentales.

Pide cita en Vinateros si sospechas que tu hijo tiene el frenillo corto. Nuestro equipo de odontopediatría se encargará de revisar la cavidad oral del pequeño, analizando cualquier alteración bucodental. Dependiendo de la gravedad del asunto te indicaremos qué abordajes llevar a cabo, pensando siempre en la calidad de vida del paciente. La primera visita es gratis en nuestra clínica dental en Madrid.